jueves, 9 de febrero de 2012

Compartir no está tan mal.


A uno le gusta aprender, aunque a menudo me pregunto si es sólo procrastinar (palabra que ha entrado hace poco en mi vocabulario). Y en las incursiones sin rumbo que hago por internet, siempre en equilibrio entre los conceptos mentales de perder el tiempo y "es que estoy buscando algo que me interesa", encontré un libro sobre el futuro de la educación.

Lo primero que me llamó la atención fue el título: "Aprendizaje Invisible", de Cristóbal Cobo y John W. Moravec. No recuerdo lo que buscaba pero lo cogí y me lo descargue. Está de modo gratuito en la página www.aprendizajeinvisible.com, por lo visto ya han cubierto gastos.

No lo he terminado de leer pero a estas alturas puedo decir dos cosas buenas de él: Que está escrito de un modo que hace muy cómoda la lectura y los argumentos se suceden razonáblemente bien expuestos, y que la reflexión sobre el un 'protomodelo educacional' para el futuro, yo no he llegado todavía a las conclusiones, va siento muy razonable y también inspirador.

Y con esta inquietud quería dejar constancia de una frase que se cita en el libro, no os equivoquéis, no es el objetivo del libro ni es un fundamento del mismo. Es sólo un pensamiento que yo mismo he tenido en muchos momentos y tenía olvidado hace tiempo. John Seely Brown dice en una explicación un poco extensa que "la mejor forma de aprender algo es enseñarlo" (http://futr.es/vpv [youtube.com]).

Una vez escrito parece una verdad de perogrullo pero para mí supone otro empujoncito en la línea de cumplir unos pequeños proyectos que no terminan de salir de mí. Quizás es solo cierta vergüenza a no quiero ni saber que tipo de ridículo, o que el esfuerzo, mí esfuerzo, sea absolutamente superfluo y no aporte nada ni siquiera a mí mismo.

Esto lo seguiremos pensando otro día, por ahora sólo hasta luego

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